Una propuesta contributiva en el paquete presupuestario de la Cámara de Representantes federal, conocida como la Sección 899 o el «impuesto vengativo», podría impactar la inversión extranjera en Estados Unidos y representa un riesgo para Puerto Rico.
La medida, ahora bajo consideración en el Senado federal, busca gravar el ingreso pasivo de inversionistas en ciertos países, según un análisis de la edición #11 de Al Punto, la publicación periódica de Estudios Técnicos, Inc. sobre temas de economía y actualidad.
La propuesta fue incluida para abordar lo que el presidente Trump denominó “prácticas contributivas internacionales injustas”. Tal como está redactada, aumentaría las contribuciones federales al ingreso pasivo en Estados Unidos para inversionistas de naciones como Gran Bretaña y Canadá.
Los economistas de Estudios Técnicos, Inc. explican en Al Punto que se define como un impuesto extranjero injusto aquel que incluye reglas de ganancias con menos contribuciones, impuestos a servicios digitales (DST), impuestos sobre ganancias desviadas, impuestos extraterritoriales, o cualquier otro impuesto cuyo costo sea asumido ”desproporcionadamente” por ciudadanos y empresas norteamericanas.
Como ejemplo, Francia aplica un impuesto del 3 por ciento a los ingresos de plataformas de internet de empresas tecnológicas, mientras que en Alemania es del 10 por ciento.
Un análisis del Joint Committee on Taxation (JCT) del Congreso proyecta que la Sección 899, si se aprueba como está, podría generar $116 billones en ingresos durante los próximos diez años.
La sección permitiría a Estados Unidos aumentar los impuestos a los países clasificados como “injustos” en un 5 por ciento anual, hasta un máximo del 20 por ciento. El ingreso pasivo de inversión podría estar sujeto a una retención contributiva mayor, en algunos casos hasta del 50 por ciento. Esta medida desafía la naturaleza abierta de los mercados de capitales estadounidenses al usar la tributación sobre la inversión extranjera para avanzar objetivos económicos de Estados Unidos.
Las medidas punitivas aplicarían mayormente a países desarrollados de donde Estados Unidos recibe mayor inversión directa, como Alemania, Francia e Italia, mientras que Japón y China estarían exentos, al entenderse que no tienen leyes consideradas ”ofensivas”.
Según un análisis de Ernst & Young citado en Al Punto, la propuesta, de ser adoptada, “tendría implicaciones significativas para la industria de manejo de activos, incluyendo el ingreso de activos transfronterizos obtenido por fondos privados y otras entidades”, al reducir el atractivo para las empresas extranjeras de mantener o adquirir activos basados en dólares.
La publicación de Estudios Técnicos, Inc. resalta que la aprobación de la propuesta está por verse, pero enfatiza que, para propósitos contributivos, Puerto Rico es una jurisdicción extranjera, lo cual presenta un riesgo desde la perspectiva de esta legislación.