El Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) informó hoy sobre un nuevo esquema de fraude en el que los estafadores se hacen pasar por representantes bancarios e incluso llegan a las casas de sus potenciales víctimas.
Según el FBI, los impostores se dedican a obtener fraudulentamente tarjetas bancarias (con “chips”) y luego contratan cómplices para que vayan al domicilio de los clientes.
Los clientes de instituciones bancarias reciben llamadas telefónicas de un número cuyo registro (“caller ID”) indica que la llamada proviene de su banco.
El impostor entonces hace preguntas sobre transacciones recientes dando a entender al cliente que se han detectado transacciones o actividad fraudulenta en su cuenta bancaria.
Luego, el impostor le indica al cliente que debe cortar tu tarjeta bancaria dejando el “chip” intacto para ser devuelto al banco.
Ahí es que entra la figura del cómplice, quien visita al cliente en su casa, también haciéndose pasar por personal del banco, para recoger la tarjeta cortada, pero con el “chip” intacto.
El FBI señaló que, si al momento de la visita, los impostores no tienen el PIN de la tarjeta del cliente, “el cómplice utilizará técnicas de ingeniería social para obtenerlo o que el propio cliente se lo brinde”.
“Se ha reportado que si al momento de la visita, el cliente no ha cortado la tarjeta, el cómplice en el esquema, que visita el cliente, lo hará en el acto manteniendo el ‘chip’ intacto, antes de marcharse con los remanentes de la tarjeta”, explicó la agencia federal.
Con el “chip” y el PIN, los estafadores entonces pueden robar el dinero de la cuenta de banco del cliente.
El FBI dijo desconocer cómo los estafadores están obteniendo la información personal (nombre, dirección y número de cuenta) de los clientes bancarios. Mencionó, además, que al momento no se cree que los estafadores se estén enfocando en algún grupo demográfico específico.
Para reportar esta actividad fraudulenta o sospechosa, puede acceder el portal del FBI de Querellas de Internet (IC3): www.ic3.gov.
Debe señalar cómo la víctima fue contactada por los estafadores, incluyendo números de teléfonos, y cualquier alias utilizado por los estafadores. La querella debe contener la frase clave #BankChipHack.
Igualmente, las personas afectadas deben contactar a su banco para recuperar el control de sus cuentas, así como cambiar sus contraseñas y colocar alertas para detectar intentos de acceso o transacciones sospechosas.