El momento de la profecía ha llegado para Guánica.
A menos que ocurra algo extraordinario o un rescate gubernamental con el aval de la Junta de Control Fiscal, su alcaldía chocará de frente con el muro de la insolvencia para garantizar nóminas y pagar al día obligaciones recurrentes, tan pronto como en enero del 2026.
Según ha reconocido el alcalde Ismael Rodríguez Ramos, el panorama fiscal es tan real como la fuerza de la gravedad. Y la desaparición del “cash flow” no ocurrirá antes, porque pagos recién recibidos del IVU y la Contribución Adicional Especial (CAE) le permitirán hasta entonces dar oxígeno a la chequera municipal.
“Esta es la realidad. No puedo decir lo que no es”, puntualizó Rodríguez Ramos.
La soga al cuello llegará con el último aleteo del Fondo de Equiparación, la viga sobre la que decenas de alcaldías de país han construido su arquitectura financiera y obtenido ingresos recurrentes, durante décadas.
El fondo, que en el 2016 distribuía a los municipios $228 millones recaudados por el CRIM, se redujo a $44 millones el pasado año y desaparece el próximo 1 de julio por directriz de la Junta de Control Fiscal, entidad cuyo presupuesto anual consume $60 millones del erario.
“Y a pesar de que el municipio ha hecho los ajustes pertinentes con rebajas de nómina, en servicios profesionales y todo lo demás, a la larga es bien difícil, como quiera, mitigar el impacto de una pérdida de $5 millones como la que hemos tenido nosotros desde el 2017”, abundó el ejecutivo municipal.
En contraste, los consultores, asesores y abogados contratados por la JCF le han costado al Gobierno de Puerto Rico más de $2 mil millones entre el 2017 y el primer trimestre de 2024, reveló el pasado mes de febrero un estudio de la organización Espacios Abiertos.
“Yo quisiera decir que estamos en bonanza y que no tengo preocupación o nada por el estilo, pero la realidad es que sí, que nos preocupa el próximo presupuesto”, agregó Rodríguez Ramos. “Casi todos los días, le pido al director de Finanzas ‘dime cómo están las cuentas, dime cómo estamos’, porque hemos perdido dinero y no puedo pensar en otra cosa”.
La estocada, agregó, se añade a los perjudiciales efectos que los terremotos y la pandemia tuvieron sobre la actividad económica del comercio y el turismo local, al igual que al salvavidas financiero que la legislatura municipal anterior le negó a FEMA.
Como explicó, el pasado cuatrienio la agencia federal ofreció al ayuntamiento de Guánica un grant millonario de su Programa de Préstamos Comunitarios por Desastre. Sin embargo, la legislatura municipal objetó el trámite y se negó a aceptarlo, “por lo que ahora somos el único municipio en Puerto Rico que no se benefició de esa ayuda”, expresó el alcalde en entrevista anterior.
“Eso nos habría dado un respiro con el pago de nómina durante dos o tres años, y tiempo para poder activar otras estrategias de ingresos, pero por revanchismos lo perdimos”, continuó.
Para el 2023, el presupuesto de Guánica fue de $7.2 millones y su población rondaba los 14 mil habitantes, 66.8 por ciento de los cuales vivía bajo el nivel de pobreza, indica el portal del Observatorio Fiscal.
S.O.S. al gobierno
Sobre esta realidad “la gobernadora está al tanto. Sabe de esta situación”, prosiguió el alcalde. “Por eso, nos indicó que va a estar identificando unos recursos y que en las próximas semanas va a estar haciendo unos anuncios”.
Asimismo, Rodríguez Ramos dijo estar esperanzado en que el proyecto de ley impulsado por el senador José A. Santiago Rivera se apruebe. Este propone la creación del Fondo de Servicios Esenciales y Responsabilidad Fiscal Municipal, como sustituto al Fondo de Equiparación, y que su cuenta se nutra con sobrantes del presupuesto general.
El alcalde también cobijó sus esperanzas en la aprobación del permiso final para la reconstrucción del Malecón de Guánica y el visto bueno gubernamental para el rescate de la Laguna de Guánica, iniciativas que no solo representan una inyección combinada de $11.9 millones, sino que además crean las condiciones para reactivar la economía local, atrayendo visitantes y consumidores de servicios.
“Definitivamente, estamos hablando de dos motores indispensables”, comentó,
“Mientras tanto, en este momento podemos pagar y cumplir con nuestras obligaciones, pero será solo por los próximos meses”, sentenció.