Tras constatarse que la carbonera AES Puerto Rico no ha respetado los límites máximos permitidos de emisiones de mercurio en Guayama y puesto en riesgo la salud de miles de habitantes en la zona, la Agencia de Protección Ambiental (EPA en inglés) reveló hoy la imposición de multas contra la empresa, que totalizan $3.1 millones.
La sanción, sin embargo, no es ni será disuasivo para que la corporación deje de incumplir con normas ambientales, ni deje de envenenar temerariamente los suelos, acuíferos y el aire de la población cercana, advirtieron de inmediato ecologistas y profesionales que, desde hace tres décadas, han advertido los riesgos de esta operación.
Entre ellos, Ruth Santiago Quiñones, abogada especializada en Derecho Ambiental nombrada al Consejo Asesor de Justicia Ambiental de la Casa Blanca, y Osvaldo Rosario López, doctor en Química especializado en contaminación ambiental y asesor activo de la Administración de Alimentos y Medicamentos federal.
Ruth Santiago Quiñones
Comité Justicia Ambiental Casa Blanca
Esa multa que acaba de imponer la EPA es completamente insuficiente para todo el daño que ha hecho y continúa haciendo AES al ambiente y las comunidades vecinas.
Tres millones de dólares no son un disuasivo para que respondan por el daño ambiental tan grande que AES ha provocado en el sureste y el resto de Puerto Rico.
Y me parece indignante que este año le hayan dado dinero de las personas que pagamos las cuentas de energía eléctrica en Puerto Rico, de nuestro dinero, para un rescate económico, mientras, a la misma vez, se comprueba que siguen violando la ley.
Esto no es risible. Es indignante.
Hernaliz Vázquez Torres
Directora del Sierra Club Puerto Rico
A pesar de la multa de $3.1 millones impuesta a AES Puerto Rico por violaciones a la Ley Federal de Aire Limpio, este castigo no asegura reparaciones directas ni garantías suficientes para evitar futuras transgresiones.
Aunque se han impuesto medidas correctivas, como la instalación de nuevos monitores y la obligación de publicar informes de cumplimiento, estas acciones no garantizan que las comunidades afectadas reciban compensación, ni que la empresa no vuelva a incurrir en prácticas perjudiciales.
La multa puede cumplir con los requisitos legales, pero la verdadera reparación y la protección efectiva de la salud comunitaria aún están en cuestión.
Osvaldo Rosario López
Doctor en Química
Todo esto se predijo en la década del 90, cuando se anunció que la carbonera se establecería en Guayama. Y esa multa, de ninguna forma, compensa o corrige la salud de cientos de miles de personas que se han afectado por esas emisiones, viento abajo, durante las pasadas dos décadas.
Se habla de mercurio, pero AES es la fuente de contaminación ambiental más grande de Puerto Rico. Y no lo digo yo. Lo evidencian los récords que la misma empresa reporta.
También estamos viendo que estos mecanismos de multas ya están presupuestados dentro de los gastos de esta compañía. Para ellos, son petty cash. Por eso, la dejadez operacional es continua y la estructura de castigo que tienen las agencias ambientales, como la EPA, no es un disuasivo.
Aquí queda al descubierto una demostración más de lo inescrupulosos que son los ejecutivos de AES con la salud y el ambiente del pueblo, y una razón más para evidenciar que AES no se merece ningún tipo de contrato o extensión en el futuro.
Al revés, los debieron haber botado hace tiempo.
Víctor Alvarado Guzmán
Cofundador de Diálogo Ambiental
Sin lugar a dudas, después de esto lo que procede es cerrar la planta de carbón. Y todavía no vemos un análisis o un estudio en el que se examine directamente la salud de la gente que vive alrededor de la planta, que es algo que nosotros también le hemos solicitado a la EPA.
Y, más aún, el rescate económico que el gobierno de Puerto Rico le dio a AES debería revertirse. ¿Quién y cómo se puede justificar eso, cuando la misma empresa es la que nos sigue contaminando y envenenando?
AES sigue sin cumplir, sigue afectando la salud de la gente, envenenando el ambiente y, al fin y al cabo, la multa no tiene ninguna consecuencia práctica, porque la planta sigue encendida, seguirá contaminando y va a seguir envenenando a la gente de aquí al 2027. Nadie verá la justicia que AES realmente se merecía.
Aldwin Colón Burgos
Vecino de Miramar, Guayama
Esto no me sorprende para nada, porque nosotros, reiteradamente, por ocho años ya, hemos expuesto que ellos violan la ley todos los días, hacen lo que les da la gana y allí, nadie ha tomado acción real contra ellos, hasta el sol de hoy.
Y la multa la pagarán del mismo dinero que el gobierno les ha dado para el rescate, a cuenta de nuestros bolsillos. Pero, eso sí, espéralo. Los de AES también tienen experiencia litigando multas y reclamando ajustes, por lo que, históricamente, terminan pagando desde nada hasta un 30 por ciento del total de las multas. Eso ha sido así desde el principio y es un dato que quien quiera puede verificar.