Coordinadora Moriviví, una organización comunitaria netamente puertorriqueña, se alzó con en el segundo lugar en la más reciente competencia del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano federal (HUD) sobre modelos efectivos contra el sinhogarismo.
Con una puntuación de 183.5 a su favor, quedó a solo dos puntos de la institución con máximo desempeño a nivel nacional y en posición estelar sobre las iniciativas articuladas por más de 400 jurisdicciones.
Como resultado, HUD asignó $3.2 millones adicionales a Moriviví para el desarrollo de cinco nuevos proyectos de vivienda permanente y servicios de apoyo, los que beneficiarán directamente a la población atendida por el Centro Cristo Pobre de Ponce, la Corporación Milagros del Amor (CorMA) en Caguas, La Perla del Gran Precio en San Juan, el Gobierno Municipal de Mayagüez y ASSMCA: entidades con enfoque en comunidades históricamente marginadas.
En los pasados cinco años, el programa Continuum of Care PR-503 de Moriviví ha triplicado los fondos federales adjudicados, pasando de $5.3 millones a más de $15 millones. Con este crecimiento, han implementado iniciativas dirigidas a poblaciones marginadas como jóvenes sin hogar, sobrevivientes de violencia doméstica y personas con múltiples barreras para acceder a vivienda.
Modelo nacido de la crisis
Coordinadora Moriviví surgió tras el huracán María, tras el colapso institucional y la urgencia de mantener la continuidad de fondos para atender a personas sin hogar.
Desde entonces, se ha consolidado como un colectivo multisectorial liderado desde las comunidades, con 34 entidades integradas, que incluyen organizaciones sin fines de lucro, alcaldías y agencias del gobierno central.
“El éxito de Coordinadora Moriviví ha sido posible porque apostamos a una visión colectiva, sin protagonismos ni amiguismos. Hemos tomado decisiones difíciles para proteger la integridad del sistema y responder con efectividad a las necesidades reales del país”, puntualizó Keilyn Vale, oficial principal de Coordinadora Moriviví.
Según resaltó, una de las claves de este modelo ha sido integrar a posiciones clave a personas con conocimiento por experiencia. Tal es el caso de Kadilys Alejandro Pérez, una joven que enfrentó el sinhogarismo a los 18 años y hoy forma parte de la Junta del programa.
El impacto del colectivo, según Vale, también se evidencia con el exitoso reto “100 en 100”, mediante el cual se logró ubicar a 114 personas en viviendas permanentes en menos de 100 días, acabando así con más de 44 mil días acumulados de vida en las calles, ya que muchas de estas personas estaban sin hogar desde el año 2016.
“El 100 en 100 demostró que, con planificación y colaboración, es posible lograr cambios reales. Ahora el reto es que esto no se queda en una iniciativa aislada, sino que se convertirá en un esfuerzo continuo y coordinado para quienes han vivido o están en riesgo de sinhogarismo”, agregó Vale.
El próximo paso, explicaron portavoces de la Coordinadora Moriviví, será expandir la estrategia para eliminar el sinhogarismo crónico en los 54 municipios que componen el Continuum of Care PR-503 y transformar el sistema hacia uno basado en prevención e identificación temprana .
“La persona sin hogar crónica es la más visible, pero representa solo la punta del iceberg”, destacó por su parte Yesenia Mojica Figueroa, presidenta de la Junta de Directores de Coordinadora Moriviví
“Tenemos que ser capaces de ver más allá: el sinhogarismo juvenil, las personas en vivienda inadecuada o insegura, quienes duermen en sofás o en autos. El verdadero reto es cambiar el modelo reactivo de emergencia por uno salubrista, enfocado en la prevención y la estabilidad a largo plazo”, añadió.