Hasta el final de junio una severa ola de calor afectará a 80 millones de personas en los Estados Unidos continentales y Puerto Rico, advirtió ayer la organización no gubernamental Union of Concerned Scientists (UCS).
Según proclamó la entidad en comunicado de prensa, el “domo de calor expansivo” se hará sentir a la mayoría de los 48 estados y Puerto Rico durante las próximas dos semanas, con días en los que las temperaturas superarán los 100 grados Fahrenheit en múltiples ciudades.
El calor extremo durante un período de tiempo tan prolongado plantea riesgos particularmente graves para quienes viven en la pobreza o sin hogar, para los adultos mayores, los niños pequeños, las personas con enfermedades cardiovasculares, los trabajadores que laboran al aire libre y las personas que experimentan cortes de electricidad o carecen de acceso confiable al aire acondicionado.
Entretanto, la alta demanda por electricidad para enfriamiento de espacios también lacera el presupuesto familiar, puede redundar en apagones y en mayor contaminación causada por las centrales eléctricas alimentadas con combustibles fósiles.
“Vivimos en un mundo precario que se ha calentado más de un grado Celsius debido a décadas de dependencia de los combustibles fósiles, décadas de engaño y obstrucción por parte de la industria de los combustibles fósiles y décadas de inacción por parte de los políticos responsables de esta esclavitud”, aseveró en declaraciones escritas la doctora Kristina Dahl, principal científica climática de la UCS.
“El cambio climático impulsado por los combustibles fósiles ha aumentado la frecuencia y gravedad de los fenómenos de calor extremo durante el pasado medio siglo”, añadió. “El verano pasado fue el más caluroso jamás registrado, y este verano se perfila más severo. Hasta que eliminemos gradualmente los combustibles fósiles, podemos esperar que nuestros veranos sigan volviéndose cada vez más calurosos, peligrosos y mortales”.
Entre las medidas de política pública nacional y local, Dahl urgió a que se protejan mejor a las personas más vulnerables, incluyendo la implementación de alertas de calor, acceso a centros de enfriamiento comunitarios y otras medidas de protección.
“También es vital evitar cortes de electricidad y servicios públicos, e implementar salvaguardas de sentido común para garantizar que los trabajadores al aire libre tengan acceso a sombra y agua, así como descansos más frecuentes”, indicó.
“En última instancia, se requieren decisiones en todos los sectores de la sociedad para eliminar gradualmente los combustibles fósiles y acelerar la transición hacia un sistema energético limpio y justo”, agregó.
Dahl también exhortó a que la población explore el mapa Peligro de Temporada 2024, donde se rastrean las alertas diarias de calor, de incendios forestales, tormentas y calidad del aire en los Estados Unidos.
Repitiendo la misma baba, no acaban de entender o aceptar que esas temperaturas llegaron para quedarse, que es el “new normal”. Definitivamente son absolutamente estupidos si piensan que este clima cambiará, peor es que subliminalmente le hacen creer a los ignorantes que las temperaturas volverán a ser como fueron…, pobrecitos