El contrato de arrendamiento que New Fortress Energy elaboró y consiguió para establecerse en Ponce pretendía no solo traer gas metano a Puerto Rico a través de la bahía y el puerto sureño.
También proyectaba abastecer las centrales eléctricas del país.
Así trasciende de dos documentos -obtenidos por La Perla del Sur– que arrojan luz sobre la intención y magnitud de la operación que ejecutivos de la multinacional tramaban a espaldas de la población ponceña y del resto de la isla, mediante un contrato con la Autoridad del Puerto de Ponce que el pasado viernes se declaró nulo.
En uno de estos documentos, se precisa que New Fortress y su filial Soluciones de Energía Limpia PR contemplaban usar las instalaciones portuarias ponceñas para, inicialmente, proporcionar gas natural licuado (GNL) a las generatrices de Guayama, Mayagüez y Arecibo, mediante el transporte de contenedores cisterna (ISO containers) que se remolcarían por carreteras hasta su destino.
En las tres localidades, constató este medio, la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) de Puerto Rico cuenta con unidades de resguardo que pueden emplear GNL como combustible: algunas de inmediato y otras luego de ajustes o mejoras.
Estas, al igual que el resto de la flota de la AEE, son operadas desde el 1 de julio de 2023 por GeneraPR, también subsidiaria de New Fortress.
En conjunto, las unidades pueden producir alrededor de 400 megavatios, indicó Ángel Figueroa Jaramillo, exempleado de la AEE y presidente interino de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER): 40 megavatios en Jobos (Guayama), 160 en Cambalache (Arecibo) y 200 en Mayagüez.
Para generar solo la mitad de esos 400 megavatios, estas unidades de resguardo requerirían colectivamente alrededor de 130 mil toneladas de GNL, anualmente, lo que a su vez demandaría 5,500 entregas de GNL en contenedores ISO de 40 pies de largo, de acuerdo a modelajes teóricos conservadores realizados para este medio por dos fuentes especializadas en generación eléctrica y termodinámica.
Estas entregas se habrían realizado por vías de rodaje secundarias y primarias entre Ponce y sus destinos, “trasladando la bomba de tiempo a dondequiera”, advirtió en entrevista Luis Raúl Torres Cruz, exlegislador que durante el pasado cuatrienio fiscalizó contratos entre la AEE y New Fortress, a través de su filial GeneraPR.
“Pero el trabajo periodístico de La Perla del Sur y la determinación correcta de la junta de directores del Puerto de Ponce lo evitaron, por ahora”, continuó. “Y digo por ahora, porque en New Fortress se creen los mercaderes del templo, que están por encima de la ley, y ellos están decididos a ampliar su operación en San Juan”.
“El caso de Ponce lo demuestra, pero como por ahora no pueden, no te extrañe que traten de moverse al área de Mayagüez”, agregó.
“Todos en este país tenemos que estar atentos, porque esta gente está tratando de establecer en Puerto Rico toda una operación para convertir al país en un almacén gigante, un hub, de gas metano, para ellos almacenarlo y desde aquí exportarlo y venderlo a otras partes del Caribe y de Sudamérica”, opinó.
A esta alerta se unió Pedro Saadé Lloréns, abogado especializado en Derecho Ambiental, quien junto a grupos comunitarios de San Juan y Cataño ha formulado reclamos legales contra New Fortress por la construcción ilegal de un terminal marítimo de GNL y un gasoducto en esa zona.
“Hace ya un tiempo”, describió, “New Fortress firmó un contrato con la Autoridad de Energía Eléctrica que fue suscrito por Josué Colón, el actual Zar de la Energía, para que New Fortress supliera 80 trillones de BTUs anuales a distintas unidades en Puerto Rico”.
“Así que ese marco legal está ahí”, puntualizó.
Dicho contrato se enmendó el pasado mes para extenderlo un año y eliminar futuros pagos de incentivos, a cambio de un pago de $110 millones.
“Por eso, nos quedamos con la pregunta de si Ponce todavía, en el futuro, lo van a considerar de alguna forma, aunque sea a través de otros actores o de otra forma, para que el gas se origine allí”.
“La opinión pública, inclusive el municipio, tiene que estar sumamente alerta de que no se dé otro desarrollo que ponga en el mismo peligro a las comunidades, como ocurrió con este contrato que se acaba de anular”, exhortó Saadé Lloréns.
Advertidos estamos, tenemos que evitarlo como el Embeleco del Super Puerto de Aguadilla para Petroleo y el Tubo de la muerte de Flojuño para eso mismo y que hoy sería otro desastre…
Que pueblo histérico. Si los camiones de gas natural licuado fueran «bombas de tiempo», no serian legales en ninguna parte de EEUU ni sus territorios. Se quedaron sin la soga y sin la cabra.
Lo importante es “no poner los cabros a velar la lechuga”, o sea, aquellos que están en puestos claves del gobierno y aprovechan cualquier ilegalidad para lucrarse…