“Mi casa no es habitable. Temo por la seguridad de mis hijos… y el bebé que viene en camino”, expresó con evidente preocupación Dagmarie Ortiz Vega, una madre de cinco hijos, en estado de embarazo del sexto.
Los efectos del huracán Fiona por la zona central del país provocaron que su residencia en el barrio Matrullas de Orocovis fuera una de las más afectadas en la zona.
“El techo de la casa se me agrietó en grandes niveles en medio de la lluvia y se me dañó todo. Movimos a los nenes de 7, 6, 3, 2 y 1 años para salvarnos de la lluvia. Lo más que me preocupa es el deslizamiento de terreno en la parte trasera de la casa. Si siguen las lluvias empeorará y puedo perder la casa completa”, relató su esposo, Luis Felipe Figueroa.
Para colmo de males, Dagmarie y Luis quedaron incomunicados por los daños en las vías principales de la zona. “No hay pase por las carreteras 564 ni la 590, se nos ha hecho bien difícil”.
Por su parte, Perla González Rivera de 25 años y madre de un niño de tres años, lamentó que solo cuenta con acceso local. “Ha sido horrible, no tengo paso hacia el pueblo de Orocovis ni a Villalba, y me preocupa mucho, porque mi nene padece de hidrocefalia y tiene una válvula en la cabeza. Ante una emergencia no podré llegar al médico”.
Las carreteras PR-143 y PR-590 que comunican a Orocovis con pueblos del sur continuaban este martes cerradas tras el desplome de segmentos en ambas vías, los que fueron causados por numerosos deslizamientos.
Mientras, en el barrio Cacao Alturita el kilómetro 6.5 de la carretera PR-157 quedó obstruido por un deslizamiento, al igual que la carretera PR-155, que conecta a Orocovis y Morovis.
Según adelantó a La Perla del Sur el alcalde de Orocovis, Jesús Edgardo Colón, la secretaria del Departamento de Transportación y Obras Públicas, Eileen M. Vélez Vega, se personará hoy a esta localidad para inspeccionar la magnitud de los daños.
“Ha sido fuerte, aquí no tenemos agua ni servicio de energía eléctrica. Tenemos residentes incomunicados en los barrios Cacao, Matrullas y Ala de la Piedra. Es frustrante no poder llegar a la realidad de las personas, pero estamos haciendo lo posible”, dijo el primer ejecutivo municipal.
Solo el bloqueo a la PR-157 de Orocovis fue otro trauma para Ana Santos quien, tras dar a luz durante el paso del huracán Fiona, no logró regresar a su hogar por un deslizamiento de montaña.
“Fue una pesadilla. Estaba ansiosa, porque mi parto se adelantó y no pude preparar mi casa para el huracán. Dejé a mi hijo con la familia de mi esposo y corrí al hospital. No pude regresar a casa hasta ahora, porque todas las carreteras estaban bloqueadas por derrumbes. Llevo poco tiempo en Puerto Rico y este es mi primer huracán”, recalcó la joven natural de Miami.
Extensas filas por gasolina
A los percances para su movilidad, los orocoveños ahora deben sumar otro: las constante filas para comprar gasolina. En especial, para generadores eléctricos.
“No había podido salir por la situación en las carreteras, pero necesito gasolina y llegué hasta aquí. No tengo luz y dependo de la planta eléctrica. Tengo que mantener la leche de la nena en temperatura y espero el tiempo que sea para un poco de gasolina”, apuntó Marymer Rosario del barrio Damián Abajo y madre de dos niños.
Por su parte, el presidente de la estación de gasolina, Servicentro Alturita de Orocovis, Jaime Rodríguez Ocasio, reconoció que “hoy ha sido un día fuera de control, a pesar de que las lluvias cesaron un poco, las comunidades del área no tienen servicio de energía eléctrica ni agua”.
Por fortuna, añadió, “aquí en el barrio Cacao Alturita hemos podido ayudar a los ciudadanos con gasolina y con hielo ante la emergencia. Nos hemos preparado para eso”.