Las carreteras de mayor tránsito en la región sur del país han comenzado a recobrar su flujo tras el paso del huracán Fiona, de acuerdo a informes de las divisiones de tránsito de la Policía de Puerto Rico.
Sin embargo, la realidad es muy distinta al interior de todos los municipios de la zona, donde la carencia electricidad está amplificando los riesgos en intersecciones sin servicio de semáforos.
Aun así, a cierre de este reportaje agentes de la Policía en la zona sur comenzaban a dirigir el tránsito, según el oficial Pedro Maldonado. “Por lo menos las carreteras que patrullamos, la PR-10, la PR-2, y otras ya están transitables. Ahora lo que estamos es controlado el tránsito, porque no hay luz en los semáforos”, comentó.
Intransitable: otra vez
Hasta este martes, el acceso a la carretera PR-1 desde la zona de FedEX en Ponce hasta la cercanía del barrio Arús en Juana Díaz continuaba bloqueado debido a la acumulación de agua, escombros y lodo en numerosos puntos y accesos a comunidades colindantes, como el barrio La Cuarta de Ponce. Según informes, el causante principal parecía ser la crecida del río Inabón, una vez más.
Entretanto, en Juana Diaz la mayoría de las principales vías de rodaje ya estaban transitables, incluyendo el acceso a la autopista PR-52, puntualizó el agente Alberto Aponte del cuartel Municipal de Juana Díaz.
“Por el momento se está trabajando en el sector Portillo en Collores, en la carretera PR-512 y PR-513, en el kilómetro 7.2, por un deslizamiento de tierra. Hasta el momento esa es la única carretera que está intransitable”, precisó.
En Villalba, la mayoría de las carreteras de acceso a la ciudad también parecían transitables, según manifestó la agente Virginia Morales del Cuartel de la Policía Estatal adscrito a la zona.
“Ya las carreteras PR-149, PR-150 y PR-151 se encuentran disponibles al tránsito. Hasta el momento no tenemos reportes de cierre en esas vías”, continuó Morales.
Mientras, en las zonas rurales de este municipio brigadas de la Oficina de Manejo de Emergencias Municipal redoblaban esfuerzos para despejar de árboles caídos, deslizamientos y escombros la mayoría las carreteras secundarias.
“No es que las personas estén pilladas o no puedan salir, sino que árboles, ramas o vegetación les está obstruyendo el paso”, aclaró por su parte Sari García, despachadora de la Oficina de Manejo de Emergencias en la Ciudad Avancina.
“Solo a pie” en Cotorrera
No obstante, reconoció la urgencia con la que atienden a vecinos del sector Cotorrera en el barrio Jagueyes, donde la carretera cedió y dejó parcialmente incomunicados a los residentes de la zona. “Ellos pueden salir por un sendero a pie, pero hay que esperar a que vengan a evaluar el terreno antes de entrar cualquier maquinaria allí”, dijo García.
En Santa Isabel todas las vías ya fueron despejadas de escombros y se encuentras aptas para el tránsito. La Guardia Nacional, junto con brigadas municipales, únicamente se enfocaba en la remoción de escombros y dunas creadas por la marejada ciclónica en el sector Islote del barrio Playita Cortada.