El censo de yacimientos arqueológicos que los asesores del complejo residencial y turístico Esencia prepararon para la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto no cubrió la totalidad del predio que los inversionistas Reuben Brothers y Three Rules Capital pretenden impactar en el barrio Boquerón de Cabo Rojo.
Como reveló el arqueólogo, catedrático e investigador Reniel Rodríguez Ramos, más de la mitad de las 1,549 cuerdas de terreno no fueron evaluadas para ese estudio, omitiendo lugares como una cueva con arte rupestre perfectamente preservada y áreas que pueden contener depósitos adicionales de valor histórico y arqueológico.
Según reconoció en vista pública convocada este jueves por la Oficina de Gerencia de Permisos la arquitecta Natasha Yordán, adscrita a la firma asesora del proyecto Alvarez‐Diaz & Villalon, en el territorio contemplado para Esencia ya se han identificado 142 hallazgos arqueológicos, 77 de ellos precolombinos. Estos datos coinciden con los revelados en primicia por la periodista Carmen Enid Acevedo de Bonita Radio el pasado 2 de febrero.
No obstante, Rodríguez Ramos expuso que para el censo arqueológico de la DIA personal de la empresa asesora Arqueo Consulting Group no examinó “grandes extensiones de terreno a las que no logró acceso por la tupida vegetación xerofítica del área” y que, en su lugar, se limitó a investigaciones de archivos, evaluaciones superficiales e imágenes captadas con el uso de drones.
El empleo de drones, subrayó, no es adecuado para “establecer fiablemente” la existencia de yacimientos bajo densa cubierta vegetal, lo que fue reafirmado el pasado 6 de noviembre por personal del Programa de Arqueología y Etnohistoria del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), que en misiva a los proponentes de Esencia requirieron nuevos sondeos.
Más aún, Rodríguez Ramos advirtió a los dos oficiales examinadores que dirigieron la vista pública del jueves que el ICP aún no ha aprobado el informe arqueológico incluido en la DIA y que el proyecto no se ha sometido a la consideración de la Oficina Estatal de Conservación Histórica, por lo que el proceso “para establecer los parámetros arqueológicos para este desarrollo” no cumple “con la reglamentación federal vigente”.
“Hasta tanto no se tengan los estudios requeridos finalizados, sería irresponsable aprobar la Declaración de Impacto Ambiental sometida por los proponentes”, sentenció.
Máxime, cuando tal aprobación comenzaría a despejar el camino para que equipo pesado remueva corteza terrestre en el área que destruya irreversiblemente yacimientos de valor histórico y cultural, puntualizó.
Medios de alcance internacional como El Español han divulgado que en el yacimiento Ortiz, ubicado al norte del barrio Boquerón de Cabo Rojo, se descubrió la necrópolis y los restos humanos más antiguos de Puerto Rico.
A juicio de Rodríguez Ramos -cuyas investigaciones sobre la arqueología del Caribe han sido subvencionadas por entidades como la Fundación Nacional de Ciencias de los Estados Unidos y la Fundación Nacional de Ciencias de Holanda- Cabo Rojo es el municipio con la más alta densidad de yacimientos documentados en la isla.

Tesoro vulnerable
Entre estos, figura un espacio que aún no ha sido evaluado exhaustivamente: la cueva Los Melones.
Esta formación natural no solo salvaguarda arte rupestre “de suma importancia, dada la baja incidencia de este tipo de contexto arqueológico en esta parte de la isla”, como explico el también catedrático universitario, sino que además ubica bajo terrenos que los proponentes de Esencia contemplan desarrollar.
De acuerdo con hallazgos del espeleólogo especializado en la localización de cuevas e intérprete del Bosque Seco de Guánica, Miguel Martínez González, las dimensiones internas de Los Melones se aproximan al territorio sobre el que se planifica construir el Golf Club Village y parte de los apartamentos identificados en la DIA como Single Family Residential, al extremo este de los planos de Esencia.
“Ellos, los proponentes, la marcan fuera de sus límites, de su territorio, pero eso no es correcto”, afirmó Martínez González. “Las coordenadas que ellos tienen me llevaron a un lugar donde lo que hay es un monte con árboles de caoba extremadamente altos”.
“Pero como a esto es lo que me dedico, por instinto y por el olor a guano llegué al lugar. Está a 122 metros de donde ellos dicen y cae dentro de los límites de su proyecto”, precisó con fotografías y ubicación de equipos GPS.
Como documentó, al interior permanecen intactos grabados sobre rocas de origen potencialmente precolombino, al igual que colonias de murciélagos y colmenas de abejas, en galerías cuya altura oscila entre los cuatro a diez metros.
“La cueva está en perfectas condiciones, no tiene basura ni ha sido vandalizada”, recalcó. “Pero corre gran riesgo de ser destruida por el impacto que se propone”.
Su preocupación fue patentizada por el arqueólogo Rodríguez Ramos, al cierre de su alocución en el Salón de Asambleas de la Casa Alcaldía de Cabo Rojo este jueves.
“Queda claramente establecido que, ante la falta de recorridos superficiales y de muestreos en el subsuelo realizados de forma sistemática en toda el área del proyecto, no tenemos un panorama de cuántos yacimientos existen, sus dimensiones, nivel de integridad y afiliación cultural”, expresó.
La vista pública en la que los oficiales examinadores de OGPE, Viviana Pereira y Miguel Mihaljevich, atienden comentarios sobre la DIA de Esencia continuará hoy viernes en el tercer piso de la Casa Alcaldía de Cabo Rojo.