La clausura de oficinas de LUMA Energy dedicadas a atender clientes en Santa Isabel, Utuado, San Sebastián, Naranjito, San Germán, Cayey y Manatí no solo privará a miles de adultos mayores de acceso a personal para radicar y resolver querellas.
También exacerbará las desconexiones de servicio y, por ende, la carga financiera que arrastra la empresa, advirtió este domingo el abogado Rolando Emmanuelli Jiménez y el especialista en tendencias de consumo Gilberto Arvelo Colón.
“Esto es realmente es un descaro”, puntualizó Emmanuelli Jiménez. “LUMA ha agotado el presupuesto de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) en salarios exorbitantes para los ejecutivos de la compañía y en gastos alegres de su programa para traer empleados de los Estados Unidos: gastos alegres, que no tienen precedente y para los que pagamos hoteles, alquiler de carros y todo lo necesario para vivir en Puerto Rico”.
“Pero ahora alega no tener dinero para servir a miles de clientes en pueblos que, si se fijan, son algunos de los más pobres del país”, apuntó el abogado.
En el año 2021, cinco de los más altos ejecutivos de la empresa devengaban salarios en el rango de $300 mil a $730 mil anuales, mientras que el entonces presidente, Wayne Stensby, recibía $1.1 millones en sueldo y bonificaciones, reveló ese año el exlegislador Luis Raúl Torres Ortiz tras un requerimiento de información.
Datos actualizados no se han hecho públicos.
Entretanto, el Programa de Empleados Cedidos que implementó LUMA para movilizar a trabajadores de empresas afiliadas como ATCO y Quanta Services a Puerto Rico ha consumido más de $200 millones. Estos gastos “exorbitantes” e “injustificados” han sufragado desde boletos de avión, hasta estadías en hoteles y alquileres de autos para los empleados y sus cónyuges, declaró el año pasado el exdirector de la AEE, Josué Colón Ortiz.
“El presupuesto de LUMA está por los $700 millones para transmisión y distribución. Pero no es solo eso. Es que ellos han recibido más de $1,600 millones, aparte de los $700 millones anuales, en aportaciones del gobierno y la Autoridad”, advirtió Emmanuelli Jiménez.
“¿Qué pasó ahora que, de repente, el dinero no da y hay que cerrar ciertas oficinas? Pues, mala administración y utilización de los fondos para otros propósitos”, sentenció.
De otra parte, el comunicador Arvelo Colón, también conocido como “Doctor Shoper”, opinó que el anunciado cierre de oficinas es otra manifestación del “grado de desconexión de LUMA con la realidad de sus clientes”.
“¿Cómo es que se atreven a plantear que después de los cierres todo se puede resolver digitalmente, con apps y llamadas telefónicas? Pero, ¿en qué mundo viven?”, cuestionó.
“¿Quiénes son los que desde bien temprano hacen filas en esas oficinas? ¡Son mayormente personas mayores y muchas no dominan la tecnología! Y, ¿dónde es que viven? ¡En pueblos pobres!”, subrayó.
“Yo esperaba que primero hubiera recortes de salarios a los vicepresidentes y el presidente, y que hubiera recortes en gastos publicitarios”, continuó. “Pero también esperaba que al sol de hoy ya LUMA no estuviera operando, porque la gobernadora prometió que le iba a cancelar el contrato”.
“Pero, ¿sabes qué? En esos municipios votaron por el gobierno que tienen ahora mismo. Y estas son las consecuencias. Como LUMA es una empresa privada, la empresa privada decide cómo va a operar su negocio”, abundó.
Serán más
Sobre el cierre de oficinas y la cesantía de empleados de administración, Emmanuelli Jiménez vaticinó que “vendrán más, porque LUMA tiene un déficit operacional de más de $500 millones”.
“Y, tanto a la tragedia humana de los despidos, como al descaro de forzar a clientes en precariedad a ir a otros municipios para hacer sus transacciones y reclamaciones, se sumará la perdida de personal encargado de hacer las conexiones y desconexiones”.
“¿Cuánto se tardarán en restablecer el servicio a clientes que no pudieron llegar a tiempo a resolver su problema por incapacidad de pago, porque no tenían transportación y aquí ya no queda transporte público? De igual forma, ¿cuánto tardarán en cobrar cuentas morosas?”, cuestionó.
“Este panorama puede anticiparnos que el déficit operacional y la calidad de los servicios empeorará aún más”.
“Tanto descontento lo que hará será forzar a más personas a buscar alternativas, como puedan”, añadió Arvelo Colón.
“Como en LUMA están tan desconectados de la realidad que viven sus clientes y como les importa tres pepinos si tú vives en el campo, ese consumidor que está allá en la montaña, a quien no lo quiere atender nadie, va buscar cómo poner placas solares y será un cliente menos. ¡Imagínate qué buenos son!”.