“Ucrania ya es miembro de la OTAN”. Con esa contundencia describe el profesor argentino Fabián Calle, especialista de la National Defense University de Washington, la situación causada por la invasión rusa. El desenlace de la guerra será tan lesivo para los intereses de Moscú que no le quedará más remedio que aceptar el ingreso de Ucrania en la Alianza Atlántica.
“Hoy Ucrania es el ejército de Europa del Este mejor armado, más entrenado y más interoperativo con Estados Unidos. Y no solo eso: posee un vínculo bilateral con Estados Unidos que muy pocos miembros de la Alianza tienen”, asegura.
Calle recuerda que “Putin empezó la guerra porque no quería que un país (Ucrania) se sumara a la OTAN y ya tiene dos más adentro, Suecia y Finlandia, dos países pequeños, pero con un gran nivel de tecnología militar y de entrenamiento. Han transformado el mar Báltico en una laguna de la OTAN”, recalca.
En efecto, el pasado 5 de julio después de que Turquía levantara el veto, los embajadores de los treinta países miembros de la OTAN firmaron los protocolos de adhesión de Suecia y Finlandia a la Alianza Atlántica. En ese momento, Vladimir Putin amenazó con el uso de armas atómicas en el Mar Báltico si finalmente se consuma la adhesión, un escenario que Fabián Calle estima improbable.
“La incorporación de Ucrania se va a dar después de que se firme el proceso de paz. No creo que lo haga mientras haya batallas campales porque sería meter a la OTAN en el conflicto y ahí empezaría la Tercera Guerra Mundial, por la activación del artículo 5º de la OTAN, que establece que, si atacan a un miembro, atacan a todos”, explica el también experto del Center for Homeland Defense and Security.
Días atrás, Volodímir Zelenski pidió el ingreso acelerado de Ucrania en la OTAN. El representante de Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, replicó entonces diciendo que no era una cuestión fundamental en este momento, sin embargo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que la alianza apoya el derecho de Ucrania a elegir su propia senda decidir en qué acuerdo de seguridad quiere participar.
A juicio de Calle, “cuando el secretario general de la OTAN habla de la conveniencia de la adhesión de Ucrania, habla Washington”.
“¿Qué sentimiento de seguridad se le puede dar a la población ucraniana, que ha sido atacada, que ha sufrido padecimientos, miles de muertos y heridos? Bueno, la garantía de que nunca más alguien la va a atacar. Y eso es estar en la OTAN”, subraya.
A juicio de este analista, el balance es claro. “A nivel de terreno la guerra terminará con un empate, a nivel estratégico, Rusia claramente la ha perdido”.
Recientemente, el presidente de Estados Unidos Joe Biden advirtió que el mundo estaba más cerca de una catástrofe nuclear que cuando la crisis de los misiles de Cuba, en 1962, un comentario que según Fabián Calle no es fruto de la improvisación.
“Normalmente estas cosas no se dicen para la galería. Hay un análisis serio de lo que puede pasar. Todo indica que la OTAN tiene preparada una respuesta convencional masiva sobre Crimea y la zona de Ucrania ocupada por Rusia… si hubiera un uso táctico de armamento nuclear por parte de Rusia”, señala el especialista de la National Defense University.
“El mensaje es explícito, (los miembros de la OTAN) le están diciendo a Putin que agote otras instancias y que ellos van a seguir apoyando a los ucranianos”.
Estados Unidos lleva tiempo mandando el mensaje a Moscú de que no emplee armas atómicas, que siga escalando el conflicto de manera convencional, pero no recurra al arsenal nuclear, apunta Fabián Calle.
La guerra ya es una derrota rusa
“A nivel militar, Putin tiene un serio problema. El proyecto estratégico de la guerra ya es una derrota para Rusia: Ucrania no va a ser un protectorado ruso, sino un inmenso arsenal de la OTAN a las puertas de Rusia”.
El desenlace de la guerra en Ucrania podría ser distinto del que Putin tenía en mente cuando inició la invasión. Se habla de malestar entre los altos mandos del Ejército ruso, hay un descontento y rechazo crecientes en amplios sectores de la sociedad rusa hacia la guerra. Una situación que podría provocar un desplazamiento en la cúpula del poder del Kremlin.
“Esta guerra empezó de una manera rara. Es probable que en el corto o mediano plazo haya algún proceso de cambio en Rusia”, señala el experto del Center for Homeland Defense and Security.
“Putin está como Hitler después de la campaña de Francia… ha metido la mano y ha dejado a muchos militares muy enojados. Esos militares están siendo desplazados por él con acusaciones de que han manejado mal la guerra”, sostiene el analista, para quien estas circunstancias generan “un caldo de cultivo complicado para un dictador cuya legitimidad es transmitir fuerza, decisión e invulnerabilidad”.
“Que Putin diga que si Ucrania sigue avanzando va a tener que usar el arma que tenía pensada para pelearse con los Estados Unidos es un discurso demoledor, por el nivel de debilidad que transmite”, concluye Calle.