La Suprema Corte de Justicia de México eligió por primera vez a una mujer, la magistrada Norma Lucía Piña como presidenta del alto tribunal.
La jueza era miembro de la corte desde 2015 y su nombramiento ha sido celebrado tanto por integrantes del actual ejecutivo como por miembros de la oposición.
La votación tuvo lugar en medio de las constantes arremetidas del jefe del ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, contra el Poder Judicial y la polémica en torno a una de las juezas, que también aspiraba a la presidencia y ha sido señalada de plagiar su tesis de licenciatura.
Piña sustituirá a Arturo Zaldívar, a cargo de la presidencia desde 2019 y considerado un juez progresista pero demasiado cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador, que fue muy popular en las redes sociales, por ejemplo, colgando videos en TikTok.
Todos los aspirantes a suceder a Zaldívar apostaron en sus candidaturas públicas por reforzar la independencia del alto tribunal y lograr una mayor democratización en su toma de decisiones interna.
“La independencia judicial es indispensable para resolver conflictos entre los poderes públicos”, afirmaba la nueva presidenta en su propuesta. “Mi propuesta central estriba en trabajar para la consolidación de mayorías, cediendo en la imposición de mi visión personal”.
“Es tiempo de los derechos humanos y es tiempo de las mujeres”, escribió la senadora Olga Sánchez Cordero, ex secretaria de Gobernación con López Obrador y ex magistrada del alto tribunal, quien destacó la trayectoria judicial de la nueva presidenta de la corte.
El opositor Partido de Acción Nacional, en un comunicado, confió en que Piña devuelva a esta institución “el profesionalismo, la imparcialidad, ecuanimidad y neutralidad política que debe tener”.
Justo antes de la votación del lunes López Obrador volvió a cuestionar al Poder Judicial que, dijo, sigue “secuestrado” por el poder económico y está tomado por los conservadores.
El mandatario indicó que uno de los pendientes de su gobierno es renovarlo porque, aunque lo intentó, dijo que de los cuatro magistrados que propuso “dos nos dieron la espalda”. Agregó, sin embargo, que no aspira “a tener dominio de otro poder porque somos demócratas”.
La votación tuvo lugar después de que la única aspirante a la presidencia que llegó al alto tribunal propuesta por esta administración, Yasmín Esquivel, fuera objeto de una intensa polémica al haber sido señalada de copiar su tesis de licenciatura.
Esquivel ha insistido en que la plagiada fue ella, que se manipularon los archivos de la institución donde estudió y que todo es una artimaña para desacreditarla ante su aspiración de presidir el alto tribunal.
La Universidad Nacional Autónoma de México dijo que es evidente que hubo un plagio en alguna de las dos tesis publicadas en los años 80, pero que eran necesarias más investigaciones para saber quién copió a quién.
Entre los votos más destacados durante el mandato de Zaldívar resalta la decisión de la Corte Suprema de dejar de considerar el aborto un delito, considerar inconstitucionales ciertas revisiones migratorias y su pronunciamiento a favor de regular el consumo de marihuana.
Frente a estas decisiones, celebradas por grupos defensores de los derechos humanos, hubo otras muy criticadas que se alinearon con las propuestas oficialistas como el aval de la Corte a la permanencia de las Fuerzas Armadas en labores de seguridad o a la ley eléctrica, cuestionada en tribunales menores por limitar la libre competencia.