La cifra de muertos por el peor ataque contra civiles en lo que va de la guerra en Ucrania ascendió a 45 el martes, informaron autoridades.
Entre los fallecidos por el bombardeo el sábado en Dnipro hay seis niños, además de 79 heridos, informó por Telegram el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. La cifra de muertes incluye dos docenas de personas inicialmente consideradas desaparecidas en el edificio de varios pisos en el que vivían unas 1,700 personas, dijo Kyrylo Tymoshenko, subsecretario de la presidencia.
Los equipos de rescate han despejado unas 9 toneladas de escombros durante el operativo de búsqueda, indicó el concejo municipal de Dnipro. Unas 400 personas perdieron sus viviendas; 72 apartamentos quedaron completamente arruinados y otros 236 sufrieron daños irreparables, añadió.
El ataque ha suscitado condenas internacionales. Llevó también a la renuncia de un asesor presidencial ucraniano quien dijo que el misil explotó y cayó luego que el sistema de defensa antiaéreo ucraniano lo derribó, una versión que hasta cierto punto podría librar de culpa a las fuerzas rusas.
Las declaraciones de Oleksii Arestovich en una entrevista el sábado por la noche causaron revuelo. Al renunciar, dijo que sus comentarios habían sido “un error fundamental”.
La fuerza aérea ucraniana enfatizó que las fuerzas del país no tienen un sistema capaz de derribar misiles rusos tipo Kh-22, que según dijo es el tipo de misil que cayó sobre el edificio.
“Desde el inicio de la agresión militar rusa, más de 210 misiles de este tipo han sido lanzados contra territorio ucraniano. Ninguno fue derribado por los sistemas antiaéreos”, declaró la fuerza aérea el sábado.
El presidente Zelenskyy prometió llevar a los responsables del ataque ante la justicia y dijo que es “una tarea fundamental” para Ucrania y sus aliados occidentales.
“Este ataque a Dnipro, como otros ataques similares, cae en particular bajo la jurisdicción de la Corte Penal Internacional”, dijo en un mensaje en video el lunes por la noche.
“Y aprovecharemos todas las oportunidades disponibles -tanto nacionales como internacionales- para asegurar que todos los asesinos rusos, todo el que dé y ejecute órdenes de terrorismo de misiles contra nuestro pueblo, enfrente sentencias legales. Y asegurarnos de que cumplen su castigo”, dijo.
El Ministerio de Defensa de Gran Bretaña dijo el martes que la ofensiva de misiles de largo alcance desatada el fin de semana, la primera de su clase en dos semanas, iba dirigida contra la red eléctrica ucraniana.
Pero el ministerio identificó el misil que se estrelló contra el edificio de apartamentos de Dnipro como un misil antibarcos que “es especialmente impreciso cuando se emplea contra objetivos en tierra porque su sistema de guiado por radar es malo para diferenciar objetivos en zonas urbanas”.
Se han empleado misiles similares en otros incidentes que causaron importantes bajas civiles, señaló el reporte, como un ataque a un centro comercial en la ciudad central ucraniana de Kremenchuk el pasado junio.
Esos incidentes han ayudado a afianzar el apoyo internacional a Ucrania en su lucha por repeler la invasión del Kremlin. El invierno ha ralentizado los combates, pero los analistas militares ven probable que ambas partes emprendan nuevas ofensivas cuando mejore el tiempo.
El ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu, dijo el martes que el ejército del país aumentaría sus filas de los actuales 1.15 millones a 1.5 millones de efectivos en los próximos años.
Como parte del refuerzo, el ejército formaría un cuerpo en la región noroccidental de Karelia, cerca de Finlandia, así como tres nuevas divisiones motorizadas de infantería y dos divisiones aerotransportadas. El Ejército también ampliará siete brigadas motorizadas de infantería actuales para convertirlas en divisiones.